Evolución en el diseño de módulos de remediación insonorizados
Son tan silenciosos que parecen parados mientras están en marcha
La Organización Mundial de la Salud considera ruido cualquier tipo de sonido superior a los 65 decibelios durante el día y a los 55 decibelios durante la noche. Y recomienda que, durante las horas de descanso, este umbral no supere los 45 decibelios. Los impactos de la exposición a niveles de ruido superiores tienen un efecto directo en la calidad de vida, pudiendo aumentar los riesgos de sufrir pérdida auditiva, acúfenos, problemas cardiovasculares, falta de concentración, depresión y estrés.
Conscientes de ello, y de que las labores asociadas a la descontaminación de suelos y aguas implican muchas veces la utilización de equipos mecánicos que pueden generar ruidos, trabajamos desde hace tiempo en el desarrollo de nuevos diseños de módulos insonorizados o con control de reducción de ruidos. Esto es especialmente importante para proyectos que utilizan equipos de alto vacío para alcanzar las metas de descontaminación, sobre todo cuando se instalan en zonas urbanas o residenciales.
Fruto de esta labor de diseño e innovación realizada en el Centro de Innovación Litoclean (CIL) de Rubí, se han creado módulos capaces de emitir ruidos por debajo de las normativas nocturnas en vigor, consiguiendo reducir los niveles de ruido por debajo de los 40 decibelios con mediciones realizadas desde el punto de emisión. Dichos módulos están provistos de una doble cabina de insonorización que absorbe el ruido, permitiendo que estén en marcha las 24 horas del día sin generar molestias al vecindario. Resultan tan eficaces que “si alguien se acercase a los equipos, llegaría a dudar de si están en marcha o parados”, explica orgulloso Ferran Mundó, responsable del área de Servicios Internos del CIL.
Los esfuerzos para mitigar el impacto del ruido en los entornos urbanos son indispensables si queremos proporcionar un ambiente más saludable a quienes los habitan. Forma parte de nuestra responsabilidad empresarial y es un ejemplo de acciones concretas que queremos destacar en la semana en que se celebra el Día Internacional de la Concienciación sobre el Ruido.